La Pilla, nuevo restaurante que revoluciona el barrio de Chamberí

En una de las calles más elegantes de la capital, en el número 3 de la calle Almagro, entre bonitos edificios de finales del siglo XIX y palacetes, aparece La Pilla. Con muy pocos meses de vida, este espacio decorado con un look cálido, plagado de originales detalles y con una carta que invita a huir del aburrimiento, ya nos ha conquistado.

Detrás de esta gran aventura gastronómica tenemos a Andy Bryson, un joven chef escocés que derrocha talento y pasión por los cuatro costados. Junto a él, Lucía, Christofer y Nacho, han sido los responsables de traer al mundo a La Pilla, la más atrevida y divertida del barrio de Chamberí. Con ella, disfrutaremos de recetas únicas y cócteles sofisticados en uno de los ambientes más cool de Madrid.

La decoración del restaurante, obra de sus propietarios, es de esas que nos deja con la boca abierta. Nos ha enamorado la planta de abajo por sus alegres detalles: la colorida tapicería de sus sillas, los motivos florales y, sobre todo, las simpáticas lámparas sombreros. Juntos, en perfecta armonía, han creado un espacio muy divertido y desenfadado que irradia mucha alegría.

La planta superior es igual de acogedora. Una estudiada iluminación, los sofás corridos de suave tela de saco y una coqueta barra de madera y ladrillo, dan lugar a un espacio industrial chic que te traslada a universos diferentes donde disfrutar desde una buena comida, pasando por una rica merienda hasta un afterwork con los cócteles más divinos.

¿Qué pedir en La Pilla?

La carta, exquisita y apetecible de principio a fin, nos sorprendió con recetas de corte mediterráneo, muy comprometidas con la excelencia de la materia prima. . Disfrutamos de lo lindo con entrantes tan ricos como las almejas a la parrilla con sofrito de ajo, cebolla y chile; el Huevo escocés a base de huevo de codorniz envuelto en carne picada, morcilla y frito en pan y el pulpo a la parrilla con salsa romescu.

Pero, sin duda, nos quedamos prendados de las carnes en horno de brasas, con la calidad increíble que ofrece La Finca. Jugosos cortes de ternera como el Tomahawk, el T-Bone, el New York strip o el Chuletón Nacional, eran los protagonistas de la carta. Nos decantamos por este último, acompañado de patatas, pimientos del padrón y una exquisita crema de queso, que le iba como anillo al dedo. ¡Sin palabras!

Vimos pasar por delante de nosotros unas exquisitas hamburguesas. Y es que, las hamburguesas de La Pilla, con originales recetas carnívoras, merecen un punto y aparte. Entre ellas, algunas tan originales como la Burger al whisky con queso Gruyere, champiñones y salsa barbacoa al whisky; la Burger de cordero asado 24 horas con salsa tzatziki y tomate agridulce; la burger de confit de pato con foie a la plancha y cebolla caramelizada o la de pescado, la Boston lobster & crab roll, a base de bogavante y cangrejo, mayonesa de especias y hierbas. La próxima vez que vayamos habrá que probarlas.

Te chuparás los dedos con sus postres, sobre todo con las tartas caseras. ¿Una Red Velvet? ¿La de Zanahoria? ¿Muerte por chocolate? Comparte y no dudes en probarlas todas. Están de matrícula de honor. Si la acompañas con un cócktel o un cava rosado, mejor que mejor.

En definitiva, un recién nacido con mucho potencial para descubrir y repetir. Un lugar que sorprende por su exquisita relación-calidad precio, así como por la gran versatilidad de su propuesta, que permite disfrutar de una alta cocina en medias raciones o completas así como de la mejor coctelería para las sobremesas o las horas afterwork. Sin duda, un punto de encuentro imprescindible entre nuestro favoritos. ¿Y el tuyo?