Una propuesta gastronómica que constituye un apasionante viaje sensorial por la selva amazónica, los Andes y la costa peruana
En la cultura Inca, la palabra Paschi significa gratitud y eso es precisamente lo que nos transmiten sus fundadores al recibirnos siempre con los brazos abiertos y obsequiarnos con una oferta gastronómica que no dejan de renovar para superarse constantemente. Platos llenos de color y rebosantes de sabor. Presentaciones originales que nos entran por la vista y nos hacen viajar a lejanos destinos a través de los sentidos.
Al frente de la cocina de Paschi, el joven chef Jonathan Ordoñez, diplomado por la escuela Cordon Bleu de Perú y con numerosos premios a lo largo de su corta pero intensa trayectoria profesional, disfruta renovando los platos y cuidando al máximo sus vistosas presentaciones.
En sala, la encantadora Zoraida disfruta aconsejándonos y explicándonos la carta para que nos adentremos en el apasionante mundo de la cocina peruana. No es de extrañar que Paschi esté siempre lleno, incluso en plena época de COVID y es que se esfuerzan para extremar las medidas de seguridad ya que para ellos el cliente es siempre lo primero.
Por ello, tras tomarnos la temperatura y ofrecernos el ya habitual gel hidroalcohólico como medidas de precaución en época de COVID nos dan la bienvenida a su pequeño pero acogedor restaurante en el que los detalles cobran un protagonismo indiscutible con el objetivo primordial de conquistar al comensal. La mejor forma de adentrarse en el universo Paschi es a través de los dos menús degustación que nos ofrecen, uno largo y otro corto, pero ambos maravillosos, aunque en esta ocasión probamos una selección de platos de su carta.
Empezamos con un aperitivo de mantequilla tostada acompañada de pan elaborado con masa madre, lima, jengibre y nueces que es una auténtica delicia y una de sus señas de identidad. A continuación, saboreamos un exquisito salmorejo de zanahoria asada con quinoa tostada que dio paso a uno de los platos más demandados en Paschi: la corteza amazónica. Con forma de gusanito de amazonas sobre una base de corteza de yuca y panca con salsa de tomate, acompañado de puré de cecina amazónica y coronado con un rico picadillo de pimientos y cilantro. Es un plato que sin duda merece la pena probar.
Seguimos con una propuesta muy healthy, una increíble ensalada de cereales andinos a base de quino roja y blanca, amaranto y kiwicha con puré de berenjena asada y guacamole que constituye un acierto en toda regla. Tras los entrantes probamos dos ceviches, uno frío y tradicional de corvina con choclo cancha y boniato y ajilimo; y el otro muy original y caliente. Envuelto una llamativa hoja de platanero y servido sobre brasas de carbón constituye un auténtico espectáculo visual que nos proporciona una potente explosión de sabor. Para terminar, probamos la carrillera de cerdo adobada con pimientos peruanos con salsa de uchuputa y espinacas, acompañada de verduras tiernas y patatas asadas. Un plato contundente y equilibrado que no defrauda.
De los postres, recomendamos el helado tropical de maracuyá con chocolate blanco, guantán dulce y crujiente de coco. Una propuesta ligera y refrescante que es un gran ejemplo del saber hacer de la casa. Sabores y texturas que se complementan a la perfección para dejarnos con un maravilloso sabor de boca.
Paschi Cocina Peruana y Pisco Bar, mucho más que un restaurante peruano. Un verdadero mordisco de los Andes en pleno corazón de Pozuelo de Alarcón, que nos ayuda a viajar en el tiempo y olvidar aunque sea durante un rato esta nueva normalidad que nos toca vivir.
Paschi Cocina Peruana y Pisco Bar
Dirección: Calle Oslo, 1, 28224 Pozuelo de Alarcón, Madrid
Precio medio: 40€