Restaurante La Clave. La cocina tradicional española sigue conquistando Madrid

Posicionar La Clave como uno de los referentes culinarios del exigente panorama gastronómico madrileño fue el reto que se propuso Tomás Gutiérrez cuando el restaurante abrió sus puertas hace ya tres años en pleno barrio de Salamanca. En muy poco tiempo, el Presidente de Hostelería Madrid y su joven hija Ainhoa Gutiérrez, consiguieron convertir La Clave en todo un referente de la cocina tradicional española. ¿Su secreto? Mucha dedicación, una atención y servicio impecable y una carta llena de matices culinarios, que hunde sus raíces en platos familiares, elaborados con mimo y con el cocido como gran estrella.

Un cocido, el de Pepe Filloa (jefe de cocina de La Clave), con premio y motivo de peregrinación de los paladares más exigentes de la capital. Y es que, el pasado marzo, poco antes del estallido de la crisis sanitaria, El Club de Amigos del Cocido ratificaba el de La Clave con la nota media más alta de España. Uno de los platos más populares de Madrid que, además, en La Clave, podemos acompañarlo con champagne (Taittinger Brut Réserve). ¿Imaginas mejor compañero de baile?

Restaurante La Clave. La Carta

Pero la carta de la Clave, además, nos ofrece la opción de saborear otras propuestas igual de apetecibles: platos de cuchara que tanto nos apetecen en otoño-invierno. Clásicos como callos a la madrileña, fabada asturiana, rabo de toro a la cordobesa, muchos de ellos premiado que, a partir de ahora conviven con deliciosas novedades que llegan para quedarse con la nueva estación: nuevos arroces y platos tan apetecibles como los garbanzos con boletus y langostinos, las alcachofas confitadas con huevo de codorniz o la merluza soasada con suquet de moluscos y trigueros. Este último, un plato de diez que pudimos probar en nuestra visita. Pero comencemos por el principio y plato a plato:

Para abrir boca, un delicado tartar de salmón con naranja y mayonesa de eneldo, un plato elegante y fresco que dio paso a unas deliciosas croquetas de rabo de toro y de pringá, estas últimas elaboradas con el tocino el chorizo y la morcilla sobrantes del cocido. Después de probarlas, nos han entrado unas ganas tremendas de probar el plato estrella de La Clave.

Seguimos con una cremosa tortilla de puerros y bacalao sorpresa con aceto balsámico, un plato delicioso y original que dejaba ver la creatividad de Pepe Filloa en estado puro.

Tortilla de bacalao con sorpresa - Restaurante La Clave en Madrid

A continuación, una de las grandes novedades de la carta otoño-invierno: merluza soasada con suquet de moluscos y trigueros. Un espectáculo de plato que, esperamos, se convierta en un inamovible de la carta.

Y como no podía ser de otra manera, teníamos que probar uno de los clásicos de La Clave: el rabo de toro al vino tinto con cremoso de patata y tirabeques. Uno de los mejores que hemos probado en Madrid.

Rabo de toro Restaurante La Clave madrid

Obligado dejar hueco para los postres y probar la deliciosa tarta de queso con frutos rojos y el exquisito arroz con leche. Amantes del arroz con leche, os vais a quedar con ganas de más. Y todo ello regado con León Cobarde 2017, un vino de la Tierra de Castilla, que no deja indiferente y que marida con infinidad de platos. Todo ello gracias a la mezcla de Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon, que realzan los sabores aún más de estas deliciosas recetas.

Otro de los atractivos de La Clave es la decoración, cálida y elegante de los elegantes comedores superiores y los salones inferiores de El Secreto de Velázquez, una carbonera restaurada de 1895. Este rincón es la auténtica joya de La Clave, un lugar íntimo e ideal para celebrar eventos privados. En definitiva, un conjunto perfecto en el que disfrutar con sumo placer una de las cocinas más interesantes de nuestro país, la cocina tradicional.

Platos de toda la vida que los madrileños queremos seguir disfrutando en estos tiempos tan difíciles, en condiciones seguras y sin miedo. Y para ello, La Clave aplica todas las medidas anti-Covid: distancia de seguridad de dos metros entre mesas, uso de mascarillas, toma de temperatura al entrar al restaurante, hidrogeles… y con el aforo reducido. ¿Reservamos en La Clave?