Taberna del Alabardero. Tradición y vanguardia en el Madrid de los Austrias

Su nombre lo dice todo, una guardia especial para custodiar a los Reyes, “Los Alabarderos”. Y como reyes hemos comido en la Taberna del Alabardero, uno de los rincones con más historia y encanto de Madrid, todo un referente para los amantes de la buena mesa. Aquí se viene a comer bien, pero que muy bien. Ya se encarga de ello Javier Romero, un enamorado de los productos de su huerta de Aranjuez, que seduce con su cocina vasca tradicional, pero con matices innovadores que no dejan indiferente a quien prueba sus recetas.

 

 


 

Pero antes de sentarse a mesa y mantel es obligado pasar por la zona de la barra, con una amplia selección de pintxos fríos o calientes que van cambiando según temporada. El asadillo de pimientos con lomo de orza o queso azul o la tosta de setas, cremoso de champiñón y padrones fritos, es un ejemplo de lo que podemos pedir para ir abriendo boca. Ojo a las raciones. Puedes elegir entre “las de la tierra” y “las de la mar”. Sin pensarlo nos quedamos con los deliciosos chipirones en su tinta con arroz cremoso. Un diez para este plato de Javier Romero. No es de extrañar que los fines de semana la zona de la barra sea un gran reclamo para los mortales que no nos perdemos la hora del aperitivo.

 


 


 

¿Y al fondo? El restaurante, con sus salones al más puro estilo clásico, con sus paredes llena de historia y de fotografías de conocidos personajes del mundo de las artes, la cultura, el toreo y la política. Un lugar que invita a disfrutar de una cocina vasca destacada por su calidad en la materia prima y por unos sabores que nunca pasan de moda. Es aquí donde Javier derrocha dosis de creatividad y convierte cada plato en una auténtica obra de arte.

 


 

Prueba de ello son platos como la Ensalada tibia de magret de pato marinado, granada y queso de cabra con vinagreta de membrillo a la naranja o los Espárragos verdes a la plancha con setas de temporada con huevo trufado. Este último, uno de los platos estrella de la carta.

 


 


 

La cosa no termina aquí, prueba el Mero en caldo corto de albahaca, brioche, lombarda, piñones y pasas o el Solomillo a la parrilla sobre espinacas, queso de cabra, piñones y pasas, si eres carnívoro. ¡Superlativo! Y para los más golosos y para los que no perdonan el postre, es obligado probar las originales y deliciosas Peras al vino tinto con mascarpone y helado de violetas. De diez.

 


 


 

 

Sin duda, volveremos. Y por muchos motivos: queremos degustar de nuevo los espárragos verdes a la plancha con setas de temporada con huevo trufado. Tenemos que probar el Ossubuco de cerdo guisado a la cerveza-limón, patata ahumada y alcachofas fritas y otras recetas de temporada de Javier. Volveremos porque es el lugar perfecto para tapear y disfrutar de un buen vermut con unos ricos pintxos. Y es que…como nos gusta el Madrid de los Austrias. Uno de los rincones con más encanto de Madrid. Y aquí…La Taberna.

www.alabarderomadrid.es

 

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