Para que luego no digas que no te lo avisamos: un oasis en pleno barrio de Salamanca se va a convertir en una dirección clave donde comer uno de los mejores arroces de la capital. Y es que un trocito de Valencia llega a Madrid, concretamente al número 95 de la calle General Diaz Porlier con el nombre de El Jardín de Porlier. Y como a nosotros Valencia nos “toca muy de cerca” y de arroces sabemos un rato, hemos ido a conocer esta nueva aventura de María Cobos, una restauradora toledana que hace las cosas muy bien. Y eso se nota nada más poner un pie en el local.
Se trata de un espacio muy agradable donde disfrutar de una comida de diez. Una decoración donde se cuida hasta el mínimo detalle, todo en tonos verdes, con abundante vegetación, con paredes decoradas con imágenes de pájaros y plantas y mucha luz natural. Un ambiente tan acogedor que invita a una sobremesa sin fin. Pero no nos saltemos la comida ni pierdas detalle de la carta del Jardín de Porlier.
Una carta en la que, como te hemos comentado al principio, cobran gran protagonismo los arroces de Valencia elaborados con caldos de pescados de roca o de carne. Pero, además, recetas tradicionales deliciosas y algunos platos con algún toque exótico que también llama la atención. Esta fue nuestra experiencia.
Una experiencia gastronómica que comienza en La Mancha, con un Finca La Estacada Blanco, un vino blanco de la DO Uclés , elaborado con sauvignon blanc y chardonnay, y que casa a la perfección con arroces y, también, con los entrantes que degustamos: jamón ibérico de jabugo acompañado de guacamole natural con nachos y unas colas de langostinos crujientes con salsa de soja.
De infarto estaba el pulpo a la brasa con crema de cachelos, un plato muy rico que daba paso al plato estrella de la comida: un delicioso arroz caldoso de capón y boletus. Y aunque en la carta podemos encontrar hasta doce arroces diferentes como el huertano; con rape y almejas; paella de bogavante; arroz del señoret o la fideua alicantina, hay que reconocer que este de capón y boletus nos conquistó.
Cuando pensamos que iba a aparecer el postre en la mesa, un tataki de atún con sésamo, huevas de atún, acompañado de salsa de soja y ensalada de wakame aterrizó delante de nosotros. Sin duda, una receta oriental que en El Jardín de Porlier le han pillado muy bien el punto.
Al igual que el punto de cocción de la siguiente receta: un rabo de toro estofado al vino tinto que se deshacía en la boca. Exquisito este plato al igual que el cochinillo confitado a baja temperatura. ¿Y de postre? Imposible resistirse a la tarta Porlier, una tarta de manzana fina con helado de vainilla que provoca lágrimas.
Nos hemos quedado con ganas de probar el amante de chocolate con sus texturas pero…hubiese sido demasiado. Ya tenemos excusa para volver. Y es que también tenemos otra asignatura pendiente: el arroz del señoret. ¡Somos fans de este arroz! Y, por supuesto, las cocochas con pil-pil de trufa...También volveremos porque el servicio es impecable y ¿el precio? Para todos los bolsillos. Por un precio medio de 30 € se come muy pero que muy bien. Además, de lunes a viernes al mediodía el restaurante ofrece menú del día que incluye un primero, un segundo, postre y café, y bebida por 15 €. ¿Qué más se puede pedir? El Jardín de Porlier. www.complejohostelerolavega.es