Después de cuatro años cosechando éxitos y enamorando con una cocina esmerada con propuestas innovadoras y sugerentes, La Contraseña ha decidido renovarse y sorprender con novedades en su carta. Nuevos proveedores, cocina con más calidad y nuevos platos con los que disfrutar en su horario non stop, seguro que convierten a la Contraseña en una de las direcciones favoritas de la calle más foodie de la capital.
En la carta, diseñada especialmente para compartir con “amigos”, vamos a encontrar platos como mejillones de roca con salsa picantona; croquetas caseras de carabineros, baos de calamares con mahonesa de aguacate y lima o unos Tacos de costilla a baja temperatura.

El punto exótico de la carta lo ponen platos como Lomo de atún al teriyaki con verduras salteadas, Ceviche de corvina salvaje con cítricos y sorbete de mandarina o Magret de pato con plátano confitado y salsa de lima.

Siguiendo con las carnes, no hay que perderse el Lagartijo ibérico con pimientos de Padrón y papas o la Carrillera de ternera estofada con puré de patata… y para los amantes de la pasta, parada obligatoria en los Linguini de sepia con gambones y berberechos.
Nadie debería saltarse el postre. Y es que están todos buenísimos. No falta la Tarta de queso, aquí con fresas a la vainilla, ni el Brownie de chocolate con helado, pero también hay una ‘invitada’ sin gluten, la Tarta de zanahoria by Celicioso, y una Torrija con cítricos, anisados y helado de leche fresca espectacular que además es solidaria. De cada una que se pide -y son bastantes, por algo es uno de sus must-, La Contraseña dona 1 € a la Fundación CRIS contra el cáncer.

¿Y para acompañar? Una buena selección con varias D.O. de blancos, tintos y rosados además de cavas y champagnes y una carta específica de ‘Gin-Tonics de autor’ entre 7 y 12 €. Y es que La Contraseña está pensada para disfrutar de la comida, pero su nuevo horario ininterrumpido se presta a estirar los mediodías e incluso juntarlos con las noches o sumarse en el afterwork, según el día que sea…Vamos, que no querrás salir de allí.

Y es que el restaurante es tan bonito…con su decoración vintage de inspiración colonial, cómodas sillas y butacones, multitud de plantas y el luminoso patio acristalado separando las dos zonas principales de sala y barra. ¿Y si quieres desaparecer? También puedes porque el secreto mejor guardado de La Contraseña tiene carácter de speakeasy y es su reservado ‘El Escondido’, del que nadie sabe nada hasta que entra… y del que no puede decir nada cuando sale. Un espacio para albergar de forma ‘clandestina’ hasta a 12 personas.

La Contraseña
La Contraseña tiene capacidad para 86 personas ubicadas entre mesas altas, bajas, la barra y el Gin Bar de la planta superior, más las 12 del reservado para el que hay que pedir ‘acceso’ especial al maître El precio medio es de unos 35 € por persona y su horario es de lunes a jueves de 13:00 a 01:00 h.; viernes y sábados hasta las 2:30 h. y domingos de 13:30 a 18:00 horas.
www.restaurantelacontrasena.com