Restaurante La Caprichosa en el Barrio Salamanca. Cocina sin fuego, natural y saludable

La Caprichosa es uno de esos sitios que, estoy segura, va a dar mucho que hablar en la capital en los próximos meses. Acaba de abrir sus puertas en el Barrio de Salamanca y se ha convertido en uno de mis grandes descubrimientos de las últimas semanas. La esencia de este restaurante la descubrimos a través de una carta donde, sin humos, lo natural se convierte en protagonista. Porque aquí no esperes encontrar recetas con fuego. La cocina a baja temperatura y otras técnicas culinarias son las que priman en un lugar con mucho encanto y mucha historia donde la comida y el arte van a ir de la mano.

La Caprichosa es la última aventura del empresario Carlos Forca, que ha querido reunir en este restaurante una fusión de arte y gastronomía. En sus propias palabras “este reto consiste en sorprender a nuestros clientes con experiencias diferentes, en un entorno especial y acogedor”. Nos recibe María, también partícipe de este proyecto y, sin duda, “alma máter” de La Caprichosa. Una todo terreno que nos enseña con ilusión cada rincón de este coqueto local.

Un espacio que, después de más de dos años de reformas, ha visto la luz. Pero la espera ha merecido la pena. El Rincón del Café para llevar, la barra de tapeo y una gran colección de vinos expuestos, nos da la bienvenida a este restaurante diseñado y decorado personalmente por los propietarios cuidando hasta el mínimo detalle. Los suelos y paredes de ladrillo visto de este edificio histórico del Barrio de Salamanca se han mantenido intactos y conviven con otras piezas más contemporáneas y muy pronto, con exposiciones de jóvenes artistas. Pero nuestro rincón favorito, sin duda, un pequeño reservado con unas vistas preciosas al Museo Lázaro Galdiano, que dan ganas de quedarse a vivir allí.

Y si el local llama la atención, espera a descubrir la carta. Vivirás una experiencia sensorial donde, sin humos y a pinceladas, lo natural se va a convertir en protagonista. Eso si, con sabores muy sorprendentes.

Qué pedir en La Caprichosa

Comenzamos con una tabla de quesos del mundo cuidadosamente elegida y que traen de Poncelet, el referente en selección y afinación en quesos artesanos de España. Una tabla muy bien preparada donde no faltaba el Mimolette, un queso producido tradicionalmente en la ciudad de Lille, en el norte de Francia o el Blu di Bufala, delicioso queso italiano con un sabor único y persistente, sin olvidarnos de un buen queso manchego, por supuesto. Quesos que acompañamos con una cesta de panes muy ricos y diferentes (el de aceitunas estaba brutal) y que ellos mismos elaboran cada día en su obrador desde primera hora de la mañana. Y es que, en La Caprichosa se madruga mucho para ofrecer desayunos tradicionales en su Rincón del Café que incluyen bollería y panes artesanales elaborados en el obrador.

Después de este viaje gastronómico a través de quesos del mundo, seguimos con unos entrantes para compartir que nos dejaron muy buen sabor de boca. Bajo el título de La primera pincelada, encontramos algunos platos estrella de la carta como Foie micuit con jalea de rosas acompañado con tostas crujientes, Tiradito de dorada  con emulsión thai y encurtidos o un delicioso Tartar de salmón con mahonesa de kimchi, tobiko y esencia de trufa que nos dejó con ganas de más. Qué bien le va la mahonesa de kimchi a este plato. Nos gustó muchísimo.

A continuación uno de los platos que más nos llamó la atención: unos deliciosos rollitos de cecina con verduritas y ajo blanco. Un plato con mucha personalidad y en el que lo natural se convierte en protagonista. Y unas croquetas de rechupete ¡y que no están fritas! Utilizan para su elaboración el pan rallado estilo Japonés Panko, que le da un toque crujiente muy rico. Las probamos de queso y de jamón ibérico y estaban realmente buenas. Para terminar con los entrantes, un Pulpo con patatas revolconas, virutas de chistorra y aceite de pimentón. ¡Espectacular!

En la sección Acuarelas, otros platos estrella de la carta como Mar y Montaña, un lingote de merluza en papillot, patata baby y salsa de callos; y un delicioso Bacalao negro con muselina de ajo y hummus. Un plato que nos gustó muchísimo y que dio paso a un rico Secreto ibérico a baja temperatura con glaseado japo-tropical de soja, mango y maracuyá.

Y como cualquier obra de arte finaliza con la firma del artista, en La Caprichosa no iba a ser menos. Y bajo ese mismo título tenemos postres que ponen el broche de oro a una comida de diez. Nos decantamos por la tarta de queso con coulis de frutos rojos y las cas de cítricos pero, hemos de reconocer, que nos hemos quedado con ganas de probar los saquitos de manzana asada con dulce de leche y helado de violeta. La próxima vez.

Y en cuanto a los vinos, déjate aconsejar por María. Seguro que te sorprende con alguna joya vinícola. Nosotros probamos La Chalada, de Bodegas Sanz.  Un original blanco semidulce 100% verdejo, con intensas notas de fruta blanca. Un descubrimiento.

LA CAPRICHOSA

Dirección: Calle General Oraá, 19.

Teléfono de reservas: 910 444 852

Horario: abre de lunes a sábado ininterrumpidamente de 8:00 a 00:00 horas.

Precio medio: 25-30 €. Dispone de menú por 13,50 €

Web: www.lacaprichosamadrid.com