Tienen su origen a principios de los años noventa en tierras canadienses, y se obtiene de la fermentación total o parcial del mosto de manzanas congeladas –crioextracción- o mosto congelado de manzana -crioconcentración-. Otra forma es la recolección manual de las manzanas maduras congeladas en el árbol, cuando las temperaturas oscilan entre -8º y -15º. Hablamos de las sidras de hielo, una bebida que tienen el poder de fascinar evocando climas gélidos y sabores intensamente dulces. Una apuesta segura si quieres sorprender. Te dejamos 4 que debes probar con sus maridajes.
Valverán 20 manzanas
Sidra de hielo que se elabora en Asturias cuyo sabor recuerda a los grandes vinos de hielo alemanes. Es especial, muy original y sorprendente y ofrece al mismo tiempo acidez y frescura y una gran concentración de azúcares. De gran intensidad, golosa, densa y con una acidez que dulcifica el paso, Valveran armoniza con postres como la tarta fina de manzana con helado de vainilla pero también con entrantes de toques salados como bloc de foie de pato hecho en casa con mermelada de higos. Precio: 13.65 €
1898, la novedad más esperada de El Gaitero
Su nombre nos traslada al corazón de El Gaitero, a su emblemática bodega, que se terminó de construir precisamente en 1898. Las manzanas con las que se elabora se recolectan de sus pomaradas en óptimo estado de madurez y se congelan. Una vez congeladas, se prensan para obtener un mosto muy rico en azúcares que madura durante tres meses en barricas de roble. ¿El resultado? Una sidra inolvidable, que sorprende desde el primer vistazo con su color amarillo dorado, sus brillantes reflejos y su lágrima gruesa y persistente y en nariz con aromas varietales de manzana verde y madura sobre frutas blancas -melocotón y ciruela. ¿Y en boca? Una explosión de fruta, con intensas notas cítricas.
Su intensa dulzura armoniza a la perfección con quesos grasos o maduros, foie de pato u oca y también con postres poco dulces en los que predomine la fruta. Sin duda, esta sidra de hielo con nombre propio está llamada a ser una de las grandes protagonistas del otoño. Precio: 23-25 €
Cortina
La familia Cortina descubrió la sidra de hielo en Alemania en el año 2003 y, desde entonces, comenzaron a experimentar con sus manzanas. El resultado podemos verlo ahora en forma de botella cuyo interior guarda celosamente una bomba para los sentidos. Y es que 5 kg de manzanas hacen falta para conseguir tan solo una botella de 375 ml. Su color dorado, ligeramente ambarino, brillante; su aroma a manzanas y pasas con toques cítricos; y la acidez y el dulzor que te deja en boca la convierten en una excelente compañera de baile de aperitivos, una tarta de frutas o un rico chocolate amargo. Precio: 21 €
Panizales
Presume de ser la primera sidra de hielo que se elaboró en Asturias. Hablamos de Panizales, del llagar de Faustino y Juan Carlos Vázquez. Pese a su gran concentración de azúcares, su acidez y frescura equilibra su dulzor. Caerás rendido a su aroma que evoca a miel, cítricos, plátano y, por supuesto manzana. Es ideal para acompañar quesos de Asturias, bloc de foie de pato y postres poco dulces y elaborados con naranja. Precio: 17.90 €