Abrió sus puertas en julio de 2011 y apenas le bastó un año para recibir el premio al Restaurante revelación de la ciudad. Se trata del Restaurante Paralelo Cero, uno de los pocos restaurantes ecuatorianos gastronómicos que se encuentra en Madrid, que ahora afronta una nueva etapa y resurge de la mano del chef Miguel Xavier Monar. ¿Su carta de presentación? Una carta donde encontraremos los sabores tradicionales de la gastronomía ecuatoriana con aires renovados, acompañados de platos del recetario español.
Para el diseño de la carta, Monar ha indagado en las raíces de la cocina ecuatoriana y ha recuperado las recetas clásicas, las de toda la vida, las de las abuelas. Pero lo que diferencia realmente a Paralelo Cero de los restaurantes ecuatorianos modestos que han enfocado su cocina a satisfacer la nostalgia de sus paisanos residentes en España es su moderna visión de esta cocina tradicional.
Uno de los platos estrella de la carta y que no podemos dejar de probar si visitamos este restaurante es el clásico ceviche. Se sirve de corvina, de langostinos, o mixto, mezclando corvina y langostinos. El mixto y el de corvina se sirven con el pescado en carpaccio, “de este modo se puede preparar al momento de pedir la comanda: la finura de la carne hace que se cueza en el ácido con mucha rapidez”. El ceviche quiteño destaca por un punto de dulzor, una agradable intensidad aromática y una notable finura en boca. ¡Delicioso!
A este clásico le acompañan en la carta distintas especialidades como el seco de gallina, el plato más demandado junto a los ceviches, procedente del recetario tradicional pero presentado en una versión libre y moderna; el llapingacho, que combina el puré de patatas, chorizo criollo, huevo y crema de cacahuetes, un aderezo muy utilizado en la cocina ecuatoriana; el hornado de cerdo y el seco de cabrito, entre otros.
Como podemos ver la despensa ecuatoriana es muy diversa y nadie como Monar para transformar los ingredientes básicos de su tierra en platos deliciosos que derrochan grandes dosis de imaginación y creatividad. En ellos no falta la patata y la yuca; frutos como el plátano macho y el lulu; cereales como el maíz; pescados y mariscos como la corvina, el pargo, el bacalao o los camarones. Sin olvidarnos de salsas tan exitosas como el ají, un ingrediente que los ecuatorianos suelen añadir en casi todos sus platos y que en Paralelo Cero se sirve a demanda del cliente (no todo el mundo tolera el picante); o la pasta de achiote, una pasta colorante y aromatizante con la que se hace el aceite de achiote, muy presente en muchos platos del chef ecuatoriano.
Si a esta gastronomía de calidad le añadimos la posibilidad de degustar cócteles de autor inspirados en el color y el sabor de Ecuador, tan apetecibles para el momento afterwork; disfrutar de una propuesta tan atractiva como el Cero Gin Club; empezar el día con uno de sus distintos desayunos o sentarse a probar su menú diario por el módico precio de 12 euros, nos encontramos con un espacio perfecto para cualquier ocasión y cualquier momento del día.
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