Este pequeño local que abrió sus puertas en uno de los momentos más duros para la hostelería nos conquista con platos tradicionales con sello propio.
Un restaurante pequeño, coqueto y agradable. Una propuesta gastronómica sin florituras que aporta un toque innovador a platos de siempre convierten a El Beso en un restaurante ideal para reuniones informales y comidas con amigos.
Al frente de El Beso, el encantador y emprendedor José Galán. Un trabajador incansable que derrocha pasión e ilusión en este nuevo local. Tras dedicarse durante años a los restaurantes del grupo La Misión (La Misión, El Recuerdo y El Olvido), una empresa familiar gestionada de manera impecable por Carlos y Mar Galán en la que José siempre ha estado muy estrechamente implicado, ahora arranca en solitario con este nuevo proyecto ubicado al lado del mítico cine Morasol.
El Beso, un restaurante íntimo y acogedor, nos seduce para adentrarnos en su carta elaborada al milímetro por el propio José, un apasionado de la buena mesa y de la buena gastronomía.
Empezamos con unas cervezas fresquitas acompañadas de unas deliciosas croquetas cremosas de jamón ibérico. Caseras. Calentitas. Deliciosas. Fueron sin duda un buen comienzo antes de probar su original ensaladilla rusa con pulpo al ajillo y regañás. Un plato muy típico, pero en este caso con el sello propio de El Beso. El pulpo al ajillo le proporciona una textura innovadora y un toque de sabor muy acertado que genera adicción. Continuamos con una sabrosísima tortilla vaga de patata trufada con pimiento verde frito que no puede faltar cuando se visita El Beso.
Para compensar las calorías de los contundentes entrantes, probamos unas exquisitas alcachofas a la parrilla con crujiente de jamón. Buen producto elaborado con esmero que tiene como resultado un plato exquisito, ligero y muy nutritivo. Después, probamos un riquísimo poke de atún con guacamole y almendras y un espectacular tataki de vaca fileteado con pimientos de padrón y patatas fritas caseras. De postre, recomendamos probar la original tarta de queso al Baileys que es un auténtico espectáculo.
El Beso, un gesto de amor. El primer contacto entre una madre y un hijo. Un nuevo proyecto cargado de ilusión en el que José Galán se implica al cien por cien para conquistar a sus clientes con platos sencillos, pero siempre elaborados con una materia prima de primera.
Detrás de El Beso, y a pesar de que a su dueño no le gusta que se mencione, una gran labor social ya que siempre que puede ayuda a los más necesitados donando alimentos para contribuir con su granito de arena a los sectores más desfavorecidos. El Beso, un restaurante que derrocha no solo sabor sino también mucho amor.
Calle Pradillo, 4 – 28002 Madrid
TF: 913 507 039