Su nombre lo dice todo: BocaCalle. Porque es lo que es, un restaurante tan informal como sofisticado consagrado al street food pero con acento español. Un atrevido espacio gastronómico ideado por cuatro amigos y ubicado en pleno barrio de Salesas que, con su genial ambientación y la cocina arriesgada y divertida de Dani Álvarez, ya está dando mucho hablar entre los “foodies” madrileños.
El estudio de arquitectura More & Co (te sonará por El Huerto de Lucas) ha dado en el clavo a la hora crear un espacio que aúna en un mismo lugar dos conceptos presentados como dos experiencias diferentes pero, a la vez, complementarias. A un lado, nada más entrar, CALLE, el espacio más canalla y “callejero”, que sorprende con una cocina showcooking para el disfrute de todos los comensales. Y al otro, BOCA, un salón más acogedor e íntimo, donde un mural en tonos rojos creado por el colectivo artístico Boamistura, te atrapa e invita a una vivir experiencia “deliciosa”.
Pero lo que engancha realmente de BocaCalle es su propuesta gastronómica: una fusión de la cocina tradicional con el street food. Con una carta divertida, pensada para compartir y comer con las manos, Dani Álvarez nos sorprende con unas recetas únicas, fruto del aprendizaje al lado de grandes maestros como Martín Berasategui, y de sus vivencias en cocinas de diferentes países. ¿El resultado? Platos como estos:
Para comenzar: unas sugerentes Gyozas de caza (ciervo) con boletus, acompañadas de un chupito de su propio jugo. ¡De Diez! Al igual que el plato que degustamos después: Samosa Aragonesa ¿Qué no sabes qué es? Unas deliciosas hojas de trigo fritas, rellenas de pollo al chilindrón con agridulce de mango. ¡Riquísimas!
Pero lo realmente interesante estaba por llegar. A mi parecer, el plato estrella de BocaCalle: el risotto oceánico con plancton marino, erizo de mar, jibia del Cantábrico y Codium, un alga que tiene un sabor intenso a percebe. Solamente por este plato merece una visita el restaurante. Sorprende y mucho el Estofadog, una especie de hot dog de carrillera de cerdo cocinada a baja temperatura. No podía faltar el ketchup y la mostaza.
El toque dulce a esta comida deliciosa lo ponía “A la abuela le gusta el queso”, una tarta de queso de receta tradicional presentada en distintas texturas: tartita de San Simón, cremita de camembert, esponja de brie y espuma de galleta María. ¡Sin palabras! Nos dijeron que otro postre que estaba causando furor era una tarta de galletas de dinosaurios. Habrá que volver a probarlo.
Para acompañar, una cuidada selección de vinos, con más de 15 referencias singulares procedentes en su mayoría de bodegas emergentes y con una excelente calidad-precio. Sin duda, un punto más a su favor para una próxima visita a BocaCalle. Deseando volver para probar nuevos platos de su original carta.
BocaCalle
C/Santa Teresa, 2. 28004 Madrid
Horario: De martes a sábado de 12.00 a 02.00. Domingos hasta las 16.00 hs
Teléfono de reservas: 916 22 59 15
Precio medio: 25 €
Web: http://www.bocacallest.com/